Hay comportamientos que retratan a un futbolista. La imagen de Sergio Ramos en la plaza de toros de Las Ventas a la misma hora que el Real Madrid se jugaba la Liga en el Bernabéu ha indignado al madridismo. Mientras la afición estaba en vilo tras una primera parte para olvidar, Ramos abandonaba el Bernabéu con destino a Las Ventas para ver a su amigo Alejandro Talavante encerrarse con seis astados. No parece muy normal que mientras sus compañeros se estaban jugando el futuro liguero ante el Valladolid, Ramos saliera a toda prisa en el descanso para ver los toros. Es cierto que los jugadores sólo tienen la obligación de presentarse al inicio del partido pero, ¿acaso le importaba más lo que ocurría en la plaza que lo del Bernabéu? ¿No le inquietaba más pensar que el Barça cantaría medio alirón si no eran capaces de ganar?
La foto de Sergio Ramos en el callejón contrasta con la David Beckham en el palco del Bernabéu. El inglés se vino de Milán para saludar a los muchos y buenos amigos que dejó en el Real Madrid y aguantó hasta el final el tostón de partido que le depararon sus ex compañeros. Pese a que le invitaron a salir del club blanco, Becks quiso estar en el Bernabéu, donde mostró su cara más amable. Siempre sonriente, no escatimó ni un autógrafo ni una foto. Por algo, el futbolista que más gana del mundo dejó un grato recuerdo en el aficionado madridista, que siempre admiró el compromiso de Beckham.
Bien haría el sevillano en copiar muchas de las cosas de Becks. El inglés aguantó en su día que Capello le mandara a la urna de cristal tras anunciar su marcha a los Galaxy y estuvo siempre al lado de sus compañeros. Un comportamiento que difiere mucho del de Ramos. Que tome nota
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