La llegada Fabio Capello al timón de la Selección inglesa y el funcionamiento que han tenido a partir de ese momento ha llenado de optimismo a David Beckham, jugador del Galaxy de Los Ángeles, quien considera que en Sudáfrica pueden ganar el segundo Mundial en la historia de Inglaterra.
"Creo que tenemos la oportunidad de ganarlo si jugamos como lo hemos venido haciendo y si jugamos juntos como lo hemos hecho en la fase de clasificación", afirmó Beckham según publica el diario español, Marca.
"Todo está en su sitio, somos nosotros los que debemos llevarlo a cabo", reconoció, "aunque sé que se necesita cierta dosis de suerte, pero tenemos los jugadores y tenemos el equipo".
Para Beckham, los cambios que ha introducido el italiano a la Selección de Los Tres Leones no pasan sólo por el aspecto futbolístico, sino también por lo mental, ya que ha dotado a los jugadores de confianza en sí mismos y los ha unido como un grupo.
"Ha cambiado la forma en que los jugadores se preparan, la manera de pasar la semana juntos; Capello es muy serio y muy concentrado en lo que hace. Ha cambiado la mentalidad en el equipo", consideró Beckham.
"Se está trabajando, porque no sólo ganamos partidos, sino que estamos jugando juntos, como un equipo. Incluso cuando nos vamos al descanso perdiendo hay un espíritu que se puede sentir dentro del vestuario. Eso es lo que el entrenador ha conseguido, él ha dado confianza a los jugadores", destacó.
Asimismo, hizo hincapié en la unión que la logrado con los jugadores, quienes comienzan a estrechar lazos y a verse como amigos, lo cual, considera, se refleja en el campo con una mayor solidaridad.
"Cuando juegas para tu país sólo te juntas una vez al mes o una cada dos meses y eso siempre es difícil. Él ha traído algo a los jugadores que cuando nos reunimos tras bastante tiempo es como si nos hubiésemos visto el día anterior", concluyó.
Inglaterra ganó el Mundial de 1966, que jugaron de locales, al derrotar en la final en tiempo extra a Alemania, a partir de ese momento, no ha conseguido ni siquiera acceder a una final a pesar de la calidad de sus jugadores, por lo que Sudáfrica 2010 podría ser la revancha que han esperado por más de 40 años.
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